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Calvo es una empresa dedicada a la pesca, producción y comercialización de conservas de pescado. Su historia se inicia en los primeros años del siglo XX. Una historia apasionante de fe en un proyecto, esfuerzo por alcanzar nuevas metas, innovación y trabajo en busca de la excelencia y la calidad.

Toda historia tiene un comienzo. La de Grupo Calvo empezó el día en que Luis Calvo Sanz, de tan solo 11 años, heredó junto a su madre el negocio familiar “Hijos de J. Calvo”. Así rezaba el cartel del pequeño local que regentaba en el centro de Carballo. Un almacén de coloniales que suministraba aceite, bacalao o vino a los vecinos de la comarca de Bergantiños.

En 1940, en esa pequeña tienda de ultramarinos de Carballo, se inició un proyecto que se convertiría en un símbolo de calidad y tradición de la industria conservera en España: Luis Calvo Sanz apostó por la innovación como la mejor manera de mantener el negocio familiar.

En Vigo, en 1952, la familia Calvo asistió al que sería uno de los momentos clave para el negocio familiar: una demostración de una máquina francesa de empacar mediante moldes, que les sirvió de inspiración para construir la suya propia. Cuatro años después, gracias a la perseverancia y la búsqueda constante de mejoras e innovación en los procesos de trabajo y producción, Luis Calvo diseñó una revolucionaria máquina capaz de generar 36 latas de atún por minuto, que cambió para siempre la industria conservera española.

Entre 1964 y 1978 la compañía introdujo dos novedades pioneras en su época. La primera fue la variedad “Yellowfin” bajo el nombre de “atún claro”, que en la actualidad equivale al 75% de las latas de atún que se consumen en España. La segunda novedad fue el lanzamiento del primer pack de tres latas de atún en Europa en formato de lata redonda. El resultado fue un gran crecimiento de la empresa y la posibilidad de iniciar un año más tarde su flota, que hoy en día cuenta con 7 buques atuneros, 2 mercantes y 2 buques de asistencia.