Sustituir el empacado de los productos por artículos reciclables, controles más exhaustivos para los terrenos, y una importante reducción en el uso de pesticidas y fertilizantes en los próximos años, son algunos de los grandes retos que enfrenta el sector agroalimentario de Costa Rica para cumplir con las disposiciones del Pacto Verde Europeo.
Este documento de la Unión Europea (UE), marca como objetivo principal lograr que Europa sea la primera zona de todo el mundo en convertirse en climáticamente neutra para el 2050, mediante la adopción de medidas políticas dirigidas al clima, la energía, el transporte, la agricultura, y los alimentos, con el fin de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para el 2030.
Para lograrlo, este pacto europeo está integrado por diferentes estrategias dirigidas a distintos sectores. En particular, la denominada «De la granja a la mesa» es la que afectará directamente a toda la cadena agroalimentaria, con una serie de requisitos que deben cumplirse para poder acceder a este mercado.
Uno de los principales retos que plantea la estrategia de la UE es la de la reducción en el uso de pesticias en 50% y de fertilizantes en 20% para el 2030, así como una revisión en los Límites Máximos de Residuos (LMR) en alimentos, los cuales deben cumplirse para poder acceder al mercado europeo.
En el caso de Costa Rica, el país tiene un alto uso de plaguicidas en la agricultura, que ronda, en promedio, los 34,45 kilogramos (kg) de ingrediente activo por hectárea cada año, según una investigación del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Otro elemento que involucra el Pacto Verde es el de la prohibición de la importación de productos que hayan contribuido con la deforestación de los países que forman parte de la UE.
La importación al mercado no será permitida si los productos proceden de tierras deforestadas después de diciembre del 2020 y aplica para productos como el café, el cacao o el aceite de palma. Costa Rica exporta estos bienes a la eurozona, principalmente café.
Según un estudio de la Promotora de Comercio Exterior (Procomer), sobre las implicaciones del Pacto Verde Europeo en las exportaciones agroalimentarias de Costa Rica, además de los dos retos ya mencionados, también toma protagonismo el cumplimiento de las exisgencias para envases y embalajes en la UE.
El reto para el sector está en que, según Procomer, alrededor del 25% de la oferta local de plásticos no ofrece ninguno amigable con el ambiente, y las diferentes opciones de bioplásticos son hasta 60% más costosas que las opciones tradicionales.