El Banco Central de Costa Rica (BCCR) está trabajando en una hoja de ruta desde mayo de 2021 para analizar los riesgos climáticos y su impacto económico. Esta iniciativa es central en las discusiones en foros de bancos centrales y organismos internacionales.
La hoja de ruta del BCCR, presentada en febrero de 2022, se enfoca en datos, análisis, gestión de riesgos climáticos en el sistema financiero y fomento de prácticas más sostenibles.
El BCCR juega un rol esencial en la estabilidad financiera y la política macroprudencial, cumpliendo con su mandato legal.
En septiembre de 2022, en conversaciones con el FMI, se comprometió a cumplir metas para acceder a financiamiento climático. El cumplimiento es crucial para la credibilidad del país y su calificación crediticia.
El BCCR y el equipo del FMI establecieron metas, incluyendo la creación de un depósito de datos sobre la cartera crediticia, combinando información climática y riesgos económicos, antes de febrero de 2023.
